lunes, 20 de mayo de 2013

Estudio fotográfico: 6 meses de vida

La última entrada del blog para dar constancia de que no había muerto es de hace casi tres meses. Tres meses en los que he dado forma a un bajo para que pueda cumplir con el perfil de estudio profesional, he encontrado mis primeros clientes "de verdad" y he obtenido beneficios.

He tardado en empezar esta entrada por varios motivos. Empecé realmente con este nuevo proyecto en Enero, más o menos, pero no fue hasta mediados de Febrero cuando me tocó reorganizar y establecerme en el nuevo local.

Siendo sincera, mis pretensiones con respecto a la llegada de clientes o tener beneficios en los 6 primeros meses de vida del estudio eran escasos, por no decir nulos. Sin embargo no ha sido así.

Pensaba que el mayor cambio que iba a sentir sería el de abandonar definitivamente el comedor de casa de mi madre y empezar a trabajar con algo mas de espacio, dándo pie a nuevas opciones y por supuesto ser más dueña de mi tiempo para trabajar. Nunca me ha gustado molestar a mi madre y aunque ella tampoco se ha quejado, a nadie le gusta tener que marcharse de su casa una tarde entera o un sábado.

En alguna ocasión se me ha atragantado la idea de empezar un negocio, de buscar nuevos clientes y salir de mi zona de confort (dejar de trabajar exclusivamente con mis amigas y dar paso a algo más grande). Pero supongo que cuando te das cuenta de que no tienes opción de dar marcha atrás en cuando piensas: "Venga, pues primero la A y luego la B".

Qué era la A? Localizar que podría ser lo que la clientela normal iba a buscar en un fotógrafo y aprender a cubrirlo.

Y la B? Realizar ese tipo de trabajos y tener un amplio repertorio que mostrar a los posibles futuros clientes?

Sencillo. Lo enfoqué como un pasatiempo más. Iba a encontrar personas que quisieran y pudieran ayudarme vistiéndose de falleras para mí, de novias, etc. y así crear ficticiamente los eventos que necesitaba para formarme un interesante portfolio.

Estoy escribiendo y me entra la risa. Qué sucede cuando durante una cena de chicas comentas que te van a prestar varios vestidos de novia y que necesitas modelos? Pues que todas dijeron que sí. Es más, se repartieron los papeles. Quién iba a ser fallera, quién iba a ser novia, otras querían algo más creativo...

Y éste fue el resultado de las bodas fake:










En primer lugar no puedo estar más pagada con los amigos que tengo. Me han prestado sus vestidos de novia, me han dejado sus casas, me han posado... no puedo estar más agradecida.
Y en segundo lugar me encanta el resultado. Me siento cómoda, no me he sentido censurada ni agobiada por estar haciendo lo que vendría a ser una boda.  Todo lo contario. Me siento con la libertad de enseñar a mis futuros clientes mi estilo personal y estar convencida de que va a gustar porque es justamente eso lo que van a venir a buscar.

En pocas palabras, clasicones y tímidos, absteneos!

Y esto fue a finales-principios de Marzo. Quién me iba a decir que yo iba a tener "tanto" trabajo en mis primeros 6 meses de vida?




No hay comentarios:

Publicar un comentario